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En Bombay, la vida cotidiana de la enfermera Prabha se ve alterada cuando recibe un regalo inesperado de su exmarido. Su compañera de piso, más joven que él, Anu, intenta en vano encontrar un lugar en la ciudad donde pueda tener una relación íntima con su novio. La directora Payal Kapadia y el elenco de la película “Todo lo que imaginamos como el mundo” se reunieron para compartir las impresiones más conmovedoras del festival de Cannes y más allá. La primera película india que recibirá el prestigioso Gran Premio del Festival de Cine de Cannes en 2024. Esta película muestra los numerosos desafíos a los que se enfrentan las mujeres solteras que viven en Bombay y destaca su capacidad de recuperación. Aquí, todas las mujeres son enfermeras en el mismo hospital, pero ahí terminan las similitudes, porque cada una de ellas tiene su propio problema específico y, por así decirlo, su solución. El deseo, el miedo, el arrepentimiento y la paciencia infinita son emociones que se reemplazan constantemente a medida que se desarrolla la historia. Quizás la mayor ventaja sea el guion, que ofrece diálogos inusualmente ricos y reflexivos entre los personajes. La cantidad de acción en la trama parece suficiente para sostener conversaciones en las que las personas tienen la oportunidad de ser inusualmente honestas y despreocupadas entre sí, incluso si están mintiendo o posando. La actuación de los actores es consistentemente excelente y corresponde al nivel del guión: no hay una sola nota falsa, aunque hay algunos momentos dolorosos y poco claros. Tanto el rodaje como el montaje transmiten perfectamente la atmósfera de reflexión y ligero desapego, complementando la calma intensa de las interacciones de los personajes. El desapego se realza en varios momentos en los que la película contiene claramente elementos de un documental, o al menos da la impresión de serlo. No siempre me entusiasmó la música y cómo se hizo, pero ese es un pequeño truco que no comparto con muchos. Discrepo de la afirmación del segundo crítico de que esta película fue pensada como “cebo para premios”. En mi opinión, esta película tiene demasiado corazón y honestidad para ser clasificada como cínica o manipuladora, y ciertamente no es tan buena como cualquier otra película que se esfuerce por contar una historia importante de una manera convincente y hermosa. Y esta película supone un gran riesgo, que creo que difícilmente será aceptado en la India, que se está volviendo cada vez más sectaria y puritana. Recomiendo encarecidamente el libro “Todo lo que presentamos como el mundo”.